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Trabajar en cafeterías vs. hacerlo en un coworking

Hoy en día, los espacios de trabajo compartido disfrutan de una gran popularidad y cada vez es más habitual verlos en las ciudades, con su oferta de instalaciones inmejorables (y a buen precio) en un entorno motivador. De ellos, se valora especialmente que estén situados en un entorno elegante y que las instalaciones sean de primer nivel. Especialmente, si cuentan con una excelente conexión a Internet, salas de conferencias perfectamente equipadas y espacios de relax donde se pueda confraternizar con los colegas.

Otros espacios habituales para trabajar son las cafeterías. A ellas suelen acudir numerosos trabajadores en remoto y autónomos para tomar su dosis diaria de café y cumplir con sus cometidos profesionales. Pero ¿por qué resultan tan atractivas? Las respuestas son variadas, pero principalmente se debe a que resultan de lo más accesibles en Madrid, ¡hay una cafetería en cada esquina!

Otra de las razones de su éxito es que estos locales suelen tener un ambiente informal, lo que hace que resulten especialmente favorables para aquellos que trabajan mejor cuando hay ruido a su alrededor. Este tipo de profesionales se ven favorecidos por el conocido como “efecto cafetería”. Es decir, el fenómeno por el cual la música instrumental y algunos sonidos de fondo, en los volúmenes adecuados, estimulan las señales sensoriales del cerebro y mejoran el humor, la percepción visual y la toma de decisiones.

Sin embargo, no todo son ventajas. Los cafés son locales pensados normalmente para el ocio y pueden no estar dotados de los espacios y herramientas necesarios para trabajar de la manera más cómoda. Además, necesitan tener un flujo constante de clientes para ser rentables.

Estos son algunos de los pros y los contras de acudir a un espacio de coworking o a tu cafetería favorita. Si todavía tienes dudas, analizamos algunos factores más:


» COSTES Y SEGURIDAD

Evidentemente, alquilar un espacio de coworking podría irse de presupuesto según la ubicación y las amenities que ofrezcan, pero en muchos casos será un dinero bien empleado. Hay que tener en cuenta que un coworking es mucho más que un puesto donde trabajar y que, en el precio final, se incluyen extras que pueden hacer la vida mucho más fácil al profesional.

Uno de los principales factores a su favor es la seguridad. En la mayoría de estos espacios, el lugar suele estar perfectamente cuidado y supervisado por sus responsables. Además, suele contar con medidas que garantizan la protección de la oficina y de sus usuarios, como cámaras de seguridad y taquillas o cajoneras, donde los clientes puedan dejar sus pertenencias bajo candado.

En el caso de aquellos que tienen un puesto fijo, el coworking ofrece la opción de dejar en el puesto el ordenador y la pantalla, así como el resto de las pertenencias, de manera continuada. De esta forma, la persona podrá dejar sus cosas tranquilamente para salir a tomar un café, comer o ir al baño, sin ningún tipo de impedimento.

Además de contar con medidas de seguridad, estos espacios son accesibles las 24 horas del día, durante toda la semana. Asimismo, suelen contar con otros beneficios como el acceso a impresoras, alquiler de salas de reuniones en función de tus necesidades y a eventos de networking donde los usuarios tienen la oportunidad de establecer contactos.

En el caso de las cafeterías, estas parecen, a primera vista, una opción más barata, pero cuando se va por la tercera consumición, los costes se acumulan y puede acabar resultando muy caro.

Es cierto que tomarte una taza de café en un local de tu gusto todas las jornadas es un placer, pero estos negocios no pueden garantizar que la mesa de tu elección esté libre a diario.

Además, cuando hay que reunirse con algún cliente o realizar una videoconferencia, la misma atmósfera que nos encanta para trabajar, puede resultar no ser la más idónea para hacer esa llamada por Zoom.

¿Has hecho cuentas de lo que te cuesta el café y el sándwich a la semana? Quizá un coworking te ofrezca mucho más por menos. ¡Descúbrelo!


» DISPONIBILIDAD DE ASIENTOS

En un coworking es fácil encontrar el puesto adecuado, ya sea flexible o fijo. Además, se puede convocar a más personas como invitadas para que trabajen en el mismo proyecto.

En una cafetería, es más que probable que los mejores sitios no estén disponibles ya que no hay obligación de reservar mesa. También cuenta con restricciones de tiempo debido a que tiene horarios fijos, lo que hace que solo sea factible trabajar en ella cuando está abierta. En estos casos, es difícil dar cabida a grupos más grandes de forma regular, por lo que resulta complicado colaborar con otras personas.

En un coworking es fácil encontrar el puesto adecuado.


» COMODIDADES

La mayoría de los espacios de coworking cuentan con salas de reuniones perfectamente diseñadas y ofrecen café y té, durante todo el día. Además, la conexión a internet es muy fiable y de alta calidad. Lo habitual es que, dentro de la tarifa, se incluya wifi ilimitado en tantos dispositivos como quiera el cliente, con cable de fibra óptica para el ordenador de mesa.

Como ventaja adicional, hay que tener en cuenta que, si algún día se estropea la conexión, no hay que preocuparse por llamar al técnico y pelearse con él para que venga a arreglarlo. Un gestor del coworking lo hará por ti.

Las cafeterías con wifi pueden perder su encanto con el tiempo, ya que en ellas hay muchas personas que usan la misma conexión, al mismo tiempo y para distintos fines, lo que suele conllevar problemas de velocidad y accesibilidad.


» ACÚSTICA

Los espacios de coworking pueden estar llenos de gente, pero a diferencia de otros espacios públicos, aquí se está trabajando. Si fuera necesario hablar de asuntos más delicados, que requieran cierta privacidad, existen salas de reuniones donde se pueden tener este tipo de conversaciones sin ser escuchados.

En las cafeterías, las distracciones abundan: conversaciones, pedidos, teléfonos que suenan y música que puede no estar al volumen apropiado. Por todo ello, suele ser habitual acabar escuchando, sin querer, una conversación en la mesa de al lado que nos haga perder el hilo del trabajo. En un entorno así, el ruido puede ser muy molesto durante las llamadas telefónicas importantes y crear situaciones de falta de comunicación y frustración.


» REDES

En un coworking, la gente trabaja de verdad. Sin embargo, también se puede tomar un café con el resto de los usuarios y mantener conversaciones reales y productivas, de las que muchas veces se podrán obtener sinergias y nuevos proyectos.

Estos espacios son conocidos por ofrecer a sus clientes eventos como reuniones informales, firmas de libros, charlas e incluso, desayunos y comidas, donde se puede hacer networking. Al intercambiar ideas con personas nuevas en estos entornos, resulta muy fácil ampliar la perspectiva y obtener información útil para los planes profesionales.

Evento para la comunidad coworking

Sin embargo, las cafeterías no suelen favorecer este tipo de relaciones, ya que socializar en estos locales no implica necesariamente compartir conocimientos empresariales. Es evidente que, en estos lugares, cada día entran clientes nuevos, lo que supone una nueva oportunidad de conocer gente, aunque claro… ¿No se había ido a trabajar?

Eso sí, seguro que se establecen excelentes relaciones con los camareros del local, aunque quizás el dueño no sea tan acogedor cuando vea que tiene un cliente que lleva seis horas con un triste café.


» EL VEREDICTO

Al final, elegir entre cafeterías y espacios de coworking dependerá, en última instancia, del trabajo de cada persona y de las necesidades del momento.

Si se planea ejecutar tareas creativas, que demandan mucha concentración, es mejor trabajar en un espacio de coworking. Para probar, puedes obtener un pase de un día en un espacio compartido cercano y tendrás acceso a muchas ventajas que las cafeterías no te podrán ofrecer, ¡con el beneficio adicional del café sin coste!

https://www.theshedcoworking.com/trabajar-cafeterias-versus-coworking/